Desde los noventas hasta la actualidad, la producción musical experimental, independiente y underground ha ido tomando cuerpo y consolidándose progresivamente en Lima norte. La frecuencia de los conciertos, el surgimiento de proyectos paralelos y el rechazo a los convencionalismos a través de la trasgresión y del ruidismo; han fermentado una interesante movida que cultiva sonidos atrevidos y originales. De entre esta colectividad, The Peruvian Red Rockets es una de las más aventuradas puntas de lanza. Formados hacia la segunda mitad de la última década -2005, más o menos-, cuando dos compañeros de vuelo deciden aunar esfuerzos en la digitalización de frecuencias cósmicas, los Cohetes Rojos Peruanos vuelven a las andadas con Aurora.
Tercera referencia discográfica después de Perdiendo Contacto Con la Tierra (Superspace Records, 2005) y el split con el acto argentino Eye (2010, descargable desde http://www.archive.org/details/revnet019ThePeruvianRedRocketsEye2010), este trabajo insufla renovados bríos a los arrestos del grupo por sobrellevar la carencia de medios -instrumentos, infraestructura- y recursos. Semi-live en su concepción formal, el disco desafía la tipicidad más convencional -salvo en contados momentos, sus composiciones no parecen originarias del Tercer Mundo por su seriedad y naturaleza futurista.
En efecto, la dupla limeña esculpe paisajes sonoros enajenantes/espaciales, producto de los artificios sónicos generados por teclados y osciladores, en los que la desolación y el abandono construyen una paradisíaca morada. A ratos, los ambientes son fríos, de una alarmante cualidad alienígena, con breves pero notorias fisuras en sus estructuras atmosféricas (carentes de melodía, a la vez que rebosantes de minimalismo y placer por la apuesta a tocar pocas notas o una única). Y es que TPRR abrevan en el lado Kember de Spacemen 3 -es decir, Spectrum y E.A.R.- y en las composiciones más pegadas y etéreas de John Cage, Ligeti o Karlheinz Stockhausen.
Son sólo tres cortes, pero de una voluntad experimental tan exorbitante, que la eventual atención que arriesga el oyente se difumina al atravesar un territorio escarpado, quizá lunar o marciano, de abstracta conjunción sonora -y en donde el ansia como clímax se encuentra al principio y al final de la travesía auditiva.
Grabada en vivo, “Azucena Lazer You” conjuga el ruidismo más sórdido con las capas producidas por los teclados y moduladas por los osciladores. Se trata de una incisiva inducción de purismo toxico (¿valga el oxímoron?) por su uniformidad y escaso relieve sonoro. “Aurora” mesura en mayor grado las proporciones, dejando lugar para la dura dialéctica analógica entre ambos miembros del dueto: el viaje introspectivo, que supera los 25 minutos, alza vuelo en este juego casi ergotista de éteres electrónicos. Y “Los Cerros Me Elevan”, también en directo, evoca parajes cargados de pulsión tensional, con abruptas geografías sonoras ligadas a extensas dimensiones de espacio recorrido y duelo contra el silencio.
En absoluto exenta de virulencia, la propuesta electrónica de The Peruvian Red Rockets utiliza el ensayo/error para liberar pequeñas variaciones y acelerar/sostener el crecimiento de la pieza valorando el drone como cimiento primordial de la composición. Además de ofrecer una postura abiertamente a-rítmica y/o abstracta, los Rockets gozan de un discurso teórico que los avala, fundamentalmente basado en la vía revolucionaria a través de la creación -es decir, en la irrupción generadora de ambientes ruidistas como procedimiento liberador; no en el sentido social o estructural, sino en el sentido introspectivo. “La revolución comienza en cada uno de nosotros” parece ser la consigna primigenia del binomio. Lemas como “si no eres parte de la solución, eres parte del problema” o “todo trato que no eleva rebaja” denotan un lado teórico-activista que se refleja decididamente en la práctica, la cual se centra esencialmente en la producción sonora y en otras manifestaciones artísticas.
En resumen, el viaje espacio-temporal que este tándem cósmico propone transforma la nocividad en movimiento, en trance, en un estado lisérgico en forma de trayecto; en el que el zumbido drone alcanza por momentos una cualidad volátil. Cumpliendo rigurosamente la premisa del Taking Drugs To Make Music To Take Drugs To... de Spacemen 3 (Father Yod, 1994), The Peruvian Red Rockets logran conferir movilidad a sus lienzos con una alta dosis de improvisación y purismo intersubjetivo. No producen sonidos fáciles de asimilar -tampoco es que sea ése su objetivo-, pero las ondas alcanzadas hacen las veces de suero hipnótico para todos los viajeros dispuestos.
Iván Arauco
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ENLACES RECOMENDADOS
http://www.myspace.com/theperuvianredrockets (en MySpace).
http://www.myspace.com/wildergonzalesprojects (en MySpace).
Perdiendo Contacto Con La Tierra: http://www.archive.org/details/rdm005b (en Archive.org).
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