Songs About Fucking
(Touch And Go, 1987)
Sexo. Más allá de cualquier idealización que puedan endilgarte al respecto -ya sabes, en casa, en el cole, en la Iglesia y demás instituciones que velan por el bienestar de la sociedad en la que te desenvuelves-, hay que aceptar que el sexo es un acto violento. Su sordidez inherente es aquello que se rechaza en las familias bien, pero que persigue cada uno de sus vástagos un sábado por la noche. Vaya cuadro: muchachitos pretensiosos, con el seso poco apto para el desbande y con la “habilidad” para entablar una relación pasajera sin mayores consecuencias que un gasto de fin de semana.
(En los ochentas, el sexo casi era una palabra tabú: el conservacionismo militante alcanzaba un punto álgido en la administración Reagan, y la juventud buscaba escapismos que aplacasen las ansias que les generaban sus desórdenes hormonales.)
Big Black. Un nombre pensado por Albini para meterte miedo. Para atemorizarte con los suyos. Un conjunto armado con guitarras terroristas, de ésas que llegan a tonos que producen escozor, y una batería electrónica -un Roland maléfico- con el suficiente nervio para alborotarte. Tal conformación resulta esencial para el posterior desarrollo de la emergente escena rock’n’roll/post punk/alternativa/indie gringa, definiendo sus coordenadas tanto en el plano sonoro como en las letras -potentes, sin consuelo ni esperanza, polémicas, avasalladoras, con la brutalidad suficiente para dejarte sin respiro (licencia que el álbum jamás se permite). Big Black quería sacarle la mierda a cualquier bandita de mediados de los ochentas que se subía a un escenario a cantarte sobre chicas, tragos, drogas y excesos. Quería decapitar a todo el que predicara el exceso como el “rock’n’roll way of life”, a quien te vendiera la vida que no tendrás para costearse la vida que no puedes tener.
Songs About Fucking es un nombre que da miedo. Es un nombre que, ponte, de haber sido escrito en nuestro idioma, no lo repetirías en la sobremesa. No se lo hubieras contado a la amiga que te quitaba el sueño mientras le hablabas por teléfono, allá en los ochentas (o bueno, en estos días, por chat). Ninguna canción NI CAGANDO es para un mixtape. Albini es tan honesto como iracundo. Sus tópicos son macabros. ¿Sabes qué es un “Colombian Necktie”? “Having Your Throat Slit From Ear To Ear, So Your Tongue Can Flop On Your Neck”. Ugh. “Fish Fry” describe cómo un conductor limpia su mionca luego de botar un cadáver al pantano. Son extremismos divertidos de narrar en una canción, a pesar de lo incómodo de sus temas. Desnudarse puede resultar incómodo, pero hay que hacerlo para tirar, ¿no?
“I Think I fucked Your Girlfriend Once... Or Maybe Twice, I Don't Remember”. Y luego se tiró a las enamoradas de tus amigos, y ahora ellos te odian. No puedes evitar sentir esa extraña mezcla de asombro y repugnancia por la brutal honestidad y visceralidad en las confesiones de Albini, quien no las exime de sarcasmo. Esa suciedad propia del sexo es palpable en todo el puto disco. Gracias a la poca versatilidad de la grabación análoga de la época, la base rítmica suena vigorosa, “en vivo”, a gusto de Mr. Steve. Se convierte el ruido en melodía, pero no de manera azarosa, fortuita: desde el vamos con “The Power Of Independent Trucking”, Albini sabía lo que quería conseguir, sin abandonarse por un segundo a ningún cliché ‘rock’. Ni un mierdoso solo, canciones de minuto y medio, cacofonías al por mayor -catorce canciones en media hora. Un primer llamado a la “ética del post punk”. Un descojonante cóctel al que se suma un par de covers igual de revulsivos en el tratamiento: “The Model”, original de Kraftwerk (aportando una cuota de negro humor al nihilismo y beligerancia del trío), y la imprescindible “He's A Whore”, de Cheap Trick. Ambas versiones sirvieron de pretexto para que se animaran a tomarse fotos para la portada y contraportada del single, imitando los looks de las bandas ¿homenajeadas?
... Pero, ¿en realidad se tiró a todas esas chicas? ¿O es acaso la forma de convencerse de un pobre white trash de Chicago sin nada mejor que hacer que armar un grupo para gritarle al mundo sus animosidades? Albini no era ni quiso ser un rock star en épocas donde las hair bands ya encarnaban lo que muchos detestamos, cantando sobre aquello de lo que muchos renegábamos. Incluso antes de que este LP viera la luz, decidió finiquitar su aventura musical. Míralo bien: escuálido, cuatro ojos, mal vestido, horrible corte de pelo, canta feo -y por si no fuera poco, su música, el sonido que él creó, no es sensual. Para mí ahí radica su atractivo. Su odio manifiesto va directamente contra ellos en primer lugar, para luego ventilarlo al mundo y salpicar al resto. Sus canciones son pequeñas cápsulas de dolor auto infringido, masoquista, pero gozoso al fin. Una violencia que se disfruta, la misma que ataca toda señal de falsedad en nuestro radar, aún cuando se haya creado una fantasía promiscua como la vivida en “Bad Penny”.
Aquí Albini y amigos no se presentan como maníacos sexuales (para aquellos devotos de la Patrona de la Literalidad), sino como un puñado de desadaptados en un tiempo y espacio donde fingir significaba más que ser, y aquello fue la gasolina que encendió el motor de su creatividad musical. ¿Acaso ese look no es intencional? ¿No es un darles por el culo a todos esos grupos enmallados y bañados en laca para cabello?
“Sometimes You Know You Want To Fuck Somebody Up/Sometimes You Just Want To Fuck”. Songs About Fucking es como vencer y retirarse. Saberse campeón y decidir quedar segundo. Adalid del rock industrial, Trent Reznor debe tener su copia bieeeen rayadita. Una cura para la banalidad imperante en el 87. Todo un clásico seminal, que abrió puertas a combos sucedáneos como Fugazi, y gracias a los cuales otros como At The Drive-In fueron lo que fueron. Un disco que debes escuchar con el “humor” correcto, dado que su intensidad, cruda y desoladora, es francamente espeluznante. Cuando llegue el momento adecuado, te darás cuenta de por qué es imbatible.
Cristhian Manzanares
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ENLACES RECOMENDADOS
http://recetasmediterraneas.blogspot.com/2010/03/big-black-song-about-fucking.html (en Recetas Mediterráneas).
http://cyb3rpunk.wordpress.com/2009/08/11/de-por-que-steve-albini-es-casi-un-dios/ (en Cyb3rpunk).
http://ivanpolygon.blogspot.com/2006/07/big-black-songs-about-fucking-1988.html (en La Increíble Verdad).
http://unpocodesilencioporfavor.blogspot.com/2008/12/steve-albini-me-parece-estupendo-que-la.html (en Un Poco De Silencio, Por Favor...).
2 comentarios:
Buen post , me encantan si pues Fugazi se influencio bien de ellos .Ambas bandas son bien pajas , tus anteriores posts via El Hexágono Carmesi ....fueron igual de interesantes .Un abrazo bye .
Gracias, W.E.C., espero seguir colaborando con otros discos, gracias por seguir leyendo. Saludos.
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