Gentlemen Take Polaroids (Virgin, 1980)
En sus poco menos de cuarenta años ligado al Arte, David Sylvian ha reunido sólidos argumentos para que tanto la mass media como el underground menos proclive a los reflectores le consideren una figura respetable. En efecto, Sylvian viene sosteniendo, desde 1984 -con el debut Brilliant Trees (Virgin)-, una envidiable trayectoria solista, recientemente rubricada con el recopilatorio Sleepwalkers (Samadhisound, 2010). Además, el cantante ha colaborado con monstruos de la talla del gran Robert Fripp (King Crimson), del maestro de maestros Brian Eno, de Ryuichi Sakamoto (Yellow Magic Orchestra) y de los ex Can Holger Czukay y Jaki Liebezeit. Last but not least, también cabe destacar su contribución al mundo de la música comandando uno de los secretos mejor guardados del rock en fase post punk: Japan.
Pero no nos confundamos. El quinteto británico nunca jugó a las escondidas: es debido a las cambiantes coyunturas históricas que hoy sean muy pocos los que les valoran. Curioso, pues fue Japan uno de los contados grupos capitales -Colourbox, Ultravox, visiblemente Talking Heads- que definieron el perfil del pop mainstream más brioso, febril, exquisito y aputamadrado de los primeros 80s: todo a la vez. Quizás es porque, siendo superiores, los de Sylvian no tuvieron la cepa punk que sí acreditaban Tina Weymouth y compañía, no llegaron a decantarse por el electro como Ultravox, y tampoco esgrimían un sonido lo suficientemente power que los parangonase a Colourbox.
Japan, escuadra en la que militaban Sylvian (voz y segunda guitarra), Rob Dean (primera guitarra), Mick Karn (bajo y saxo, fallecido en enero de este año), Richard Barbieti (teclados y sintetizadores) y Steve Jansen (batería); se funda en 1974, pero es recién en 1979 que obtiene notoriedad con su tercer LP, Quiet Life (Hansa), cuyos descubrimientos popularizaría Duran Duran en su aplaudido Rio (Harvest, 1982).
Tras ese episodio y su cambio de discográfica (Virgin), la banda consigue madrugar a toda una década con Gentlemen Take Polaroids, obra maestra absoluta profusamente erigida sobre robustos ritmos angulares, parapetada en un uso intensivo de teclados, dotada de ornamentos de herencia glam -muy en consonancia con su época pre Quiet Life: Adolescent Sex y Obscure Alternatives (editados ambos por Hansa en 1978).
A caballo entre el post punk y el emergente techno pop, Japan no le hacía ascos ni al xilofón cuando de entrarle al swing se trataba. En esas coordenadas se ubican temas como aquel que da nombre al disco y otro justamente titulado “Swing”, pero sobre todo “Ain’t That Peculiar” (se equivocan quienes aseveran que es original del entrañable Smokey Robinson) y “Taking Islands In Africa” (coescrito con Sakamoto): polirritmos de ascendencia tribal, un sabroso bajo fretless, hipnóticas guitarras, unos teclados majestuosamente kitsch que serían la envidia de Martin Hannett...
Lo bueno es que Japan no se contentaba con ser una versión más artística y menos hilarante de los Talking Heads. De hecho, la riqueza timbral del Gentlemen... no se agota en las piezas ya mencionadas: intercalándose con prestancia, se encuentran otras de una solemnidad casi fúnebre, de la que inmediatamente se haría eco media nómina de la 4AD en sus días de gloria -“Burning Bridges” y el piano lastimero de la dolorosa “Nightporter” deben haber sonado duro en las cabezas de la mancha de Ivo Watts-Russell. Aún más allá, encontramos canciones que se desplazan entre una y otra estética: por imposible que parezca, Sylvian y collera logran mixturar en un mismo canal su contundente swing rockero con el hálito melancólico y nocturnal que presidió el nacimiento de la década ochentera. En ese sentido, las palmas se las llevan “My New Career” y la colosal “Methods Of Dance” (de lejos una de las mejores composiciones de aquel añorado decenio).
Tras jornada tan redonda, Japan publicaría su quinto y último trabajo, Tin Drum (Virgin, 1981), no tan perfecto como su predecesor pero igualmente meritorio -que influenciaría todavía más a la naciente new wave e incluso a bandas ya curtidas como The Cure (cf. Japanese Whispers, 1983). Posteriores diferencias entre los miembros del grupo llevarían a éste a su disolución, y a un injustificable olvido. Ain’t That Peculiar?
PD: La conexión con Smokey existe, sin embargo. Japan ya pertenecía a la Virgin cuando los aturdidos de Hansa editaron la versión single de “Quiet Life” (1980), ubicando en el lado B “I Second That Emotion”. El tema es un cover de la época en que Robinson grababa con The Miracles, lanzado en 45 rpm allá por 1967 (Tamla Records). La toma de Japan es recuperada en Assemblage (Hansa, 1981), resultón memorial de su primera etapa junto a los consabidos b-sides y canciones descartadas. Con razón Robert Smith dedica burlonamente “Do The Hansa” a la oportunista label.
Hákim de Merv
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ENLACES RECOMENDADOS
http://es.wikipedia.org/wiki/Japan (en Wikipedia).
http://martinsketchley.wordpress.com/2011/01/15/relax-and-swing-%E2%80%93-a-blog-about-80s-pop-group-japan/ (en A Blog About 80s Pop Group Japan).
http://eufoniaelectrica.wordpress.com/2011/02/28/1978-japan-adolescent-sex-single/ (en Euforia Eléctrica).
http://www.davidsylvian.com/ (en The Official David Sylvian Website).
http://siguealconejoblanco.com/musica/iconos/japan-mick-karn-1958-2011/ (en Sigue Al Conejo Blanco).
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