A finales del siglo XVIII, el discurso histórico se consideraba la narración de los hechos del pasado que el historiador se limitaba a “tomar” directamente de la realidad. La Historia tradicional era vista como un discurso de referencialidad basado en el pacto de veracidad. Es decir, se caracterizaba porque su objetivo era dar cuenta de hechos y acciones tal como sucedieron en un contexto político y social determinado.
Por el contrario, la novela histórica es una narración que reconstruye los hechos históricos apuntando a la polisemia y las microhistorias, cumpliendo la función de “ser un complemento posible del acontecimiento histórico, su posible metáfora, su síntesis paradigmática, su moraleja...”. En la nueva novela histórica (1949 en adelante), el discurso literario se articula mediante el pacto de ficción: se diferencia del discurso histórico porque narra hechos ficticios -por tanto, su objetivo no es la verosimilitud, sino más bien la puesta en crisis del discurso histórico.
Teniendo como punto de partida estas premisas, cabe preguntarse: ¿qué es lo que sucede cuando los recursos historiográficos y literarios se manipulan alterando las coordenadas científicas, espacio-temporales y sociales; con la finalidad de “revelar” una Verdad trascendental de manera nueva e irreverente? Para hacer un aporte al esclarecimiento de esta disquisición, sometemos a escrutinio la que fue una de las obras novelísticas más polémicas de fines del siglo pasado: Caballo De Troya, del investigador español J. J. Benítez.
UN UFÓLOGO CONTROVERTIDO
A partir de 1972, Benítez se interesó por el fenómeno OVNI, cubriendo todas las noticias relacionadas con esta materia para su periódico -cabe resaltar que las primeras fueron sobre la Fuerza Aérea Española. En 1975, realizó investigaciones sobre el sudario de Turín, lo que marcaría su vida al dar origen a la serie de novelas Caballo De Troya (1984-2011). En el epílogo del primigenio volumen de la saga, Benítez afirmó que en ese libro, que reflejaba sus numerosas investigaciones, introdujo elementos de ciencia-ficción (refiriéndose específicamente al viaje en el Tiempo).
En 1979, Benítez dejó el periodismo activo y se dedicó a la investigación a tiempo completo. Desde entonces, ha ido compaginando sus investigaciones sobre los ovnis y los “no identificados”, con las de la vida de Jesús de Nazaret. En 1992, participó en los cursos de verano de la Universidad Complutense en El Escorial, donde hizo una disertación sobre la problemática ufológica -que dio lugar a críticas desfavorables por parte de la comunidad científica española.
DEVELANDO LOS EVANGELIOS
Caballo De Troya es, hasta donde se sabe, una serie compuesta por nueve tomos ya publicados. En ellos se narra con detalle la vida pública de Jesús de Nazaret (según el relato de un “viajero del tiempo” procedente del siglo XX). La historia empieza cuando un investigador español -se trata del mismo Juan José Benítez- es contactado por un individuo autodenominado ‘El Mayor’, un antiguo integrante de la USAF (United States Air Force). Tras la muerte de este misterioso personaje, Benítez es conducido a través de una serie de pesquisas y acertijos hasta un manuscrito que resulta ser un “testimonio objetivo” producto del más exhaustivo de los trabajos de campo. En este documento confidencial, el oficial norteamericano narra sus descubrimientos como partícipe de un proyecto ultra-secreto denominado “Operación Caballo de Troya”.
El primer documento -que corresponde a las dos primeras entregas de la serie- nos describe la pasión y muerte del Nazareno, así como los acontecimientos inmediatamente acaecidos después de su deceso. Al finalizar dicho testimonio, un nuevo acertijo conduce a Benítez a una segunda parte del manuscrito, mucho más amplia que la primera, que continúa tras la pista del Galileo en su resurrección, y narra cómo los viajeros en el Tiempo -deseosos de conocer más acerca de su Maestro- deciden poner nuevamente en marcha la máquina, regresando al periodo de predicación en vida. Todo ello narrado siempre en forma de diario, cuya trascripción es lo que el lector encuentra en el libro.
Con la segunda entrega de la serie, Benítez prolonga el elusivo diario del mayor norteamericano que “saltó” a los tiempos de Jesús de Nazaret. Si en Caballo De Troya 1: Jerusalén se afirmaba que los evangelistas no habían contado la verdad sobre el Nazareno, en esta nueva obra vuelve a manifestarse esa preocupación. Y Benítez lo hace en otros dos oscuros e interesantes capítulos de la vida de Cristo: sus apariciones después de fallecido y su infancia. En cuanto a los descubrimientos de Jasón en esta segunda exploración, he aquí algunos de los cuales esta saga novelada/testimonial intenta develar en Caballo De Troya 2: Masada. Por ejemplo: que en la así llamada Última Cena, muchas de las palabras del Galileo fueron manipuladas e ignoradas por los sucesores de San Pedro; las apariciones del Maestro después de su resurrección fueron más numerosas que las relatadas por los Evangelios, y María, la madre del Hijo del Hombre, habría sido calificada hoy como “nacionalista”.
Caballo De Troya tiene muchos detractores -entre los que se encuentran TODAS las iglesias cristianas-, ya que presenta una versión de la vida de Jesús que difiere del punto de vista tradicional/ortodoxo sobre sus creencias y doctrinas. No obstante, la saga ha vendido millones de ejemplares en todo el mundo y ha sido traducida a diferentes idiomas, convirtiéndose en un éxito de superventas. Entre las argumentaciones más acuciosas que se plantean a lo largo de la serie, podemos resaltar la inexistencia de un infierno permanente, así como la aseveración de que Jesús jamás tuvo intención de fundar ninguna Iglesia, el supuesto hecho de que Jesús fue concebido como todos los demás hombres, la afirmación de que Jesús tenía hermanos y hermanas consanguíneos...
LA VERDAD ESTÁ ALLÁ AFUERA
A J. J. Benítez se le acusa de realizar investigaciones poco rigurosas, que ignoran el método científico y por ende son erróneas o poco fiables (según él mismo reconoce: “la ciencia es muy importante, pero el corazón lo es más”). También se le ha criticado que, en sus investigaciones, a menudo no revela cuál es la fuente; lo que hace que muchos crean que dicha fuente en realidad no existe. Benítez ha sido acusado en numerosas ocasiones de plagio, por haber copiado en varios de sus libros páginas enteras del discutido Libro De Urantia, sin mencionar la fuente original. El autor ha negado estas acusaciones en multitud de ocasiones y nunca ha sido demandado por la Fundación Urantia, cuyos textos supuestamente plagió y se consideran de dominio público en Estados Unidos desde 1983 (e internacionalmente desde 2006).
Por lo tanto, el eventual lector de esta serie debe encararla involucrándose con la novela, pero tomando con pinzas los documentos que relatan los hechos históricos en que se basó el escritor -y más aún las conclusiones a las que éste arriba, que en muchos casos no tienen el menor asidero. Pero, ¿por qué se debe tener cuidado al escrutar los documentos históricos? Simple: porque el hecho de que sean documentos históricos no significa que reflejen la verdad de los hechos acaecidos. Y en cuanto a las opiniones o conclusiones de Benítez (muchas de ellas basadas en canalizaciones mediúmnicas que hizo de su propio Yo Superior y de otras “entidades de Luz”), aquellas están teñidas de sus preconceptos.
Vale decir que Caballo De Troya no funciona como obra literaria, por tratarse de un texto unidimensional. La historia de Jesús tal como está contenida en la Biblia o en reinterpretaciones como las de Chesterton, Lewis, Borges, Saramago o Kazantzakis; deriva su valor hermenéutico de la extensa cantidad de significados que contiene. Al análisis del Jesús de la Biblia o del de Saramago, se les puede dedicar bibliotecas enteras, y aún así continúan permaneciendo inexplicados. Estas imágenes del Nazareno son misteriosas porque, al aplicarles distintos filtros de lectura, siempre revelan hechos nuevos. Ellas generan permanentemente significaciones a menudo contradictorias, pues su ambigüedad es proverbial -y siempre es aventurado lanzarse a precisarlas. El Jesús de la Biblia o el de Saramago son interesantes porque nos “desaseguran” al ser tremendamente polisémicos.
Es necesario reconocer que Caballo De Troya tiene la especial particularidad de ofrecer un Jesús con una “irresistible humanidad” (como la define el propio Benítez). En sus páginas, podemos reconocer a un hombre excepcional, sí, pero igual a nosotros, hombre al fin. Un hombre capaz de reír, llorar, amar a una mujer con todo el corazón y ternura, de ilusionarse, desear, entristecerse, bromear para alegrar los ánimos, de hacer amistades, de enseñar, de gozar con la alegría del otro, de jugar con los niños, y toda una interminable lista de emociones capaces de sentir y transmitir al semejante. Un Jesús personal, no arriba de una cruz, en un altar lejos de uno, sino ahí mismo, a nuestro lado, con una mano en el hombro. Un Mesías hermano y amigo, que comparte nuestra alegría y desdicha, con un amor incondicional y sincero.
Jorge Antonio Buckingham
ENLACES RECOMENDADOS
http://es.wikipedia.org/wiki/J._J._Ben%C3%ADtez y http://es.wikipedia.org/wiki/Caballo_de_Troya_(novela) (en Wikipedia).
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/18/paisvasco/1321633694.html (en El Mundo.es).
http://www.planetabenitez.com/main.htm y http://www.planetabenitez.com/n-cdt.htm (en Planeta Benítez).
http://hexagonocarmesi.blogspot.com/2010/01/el-libro-de-urantia-un-pasaporte-al.html (aquí mismo).
http://es.wikipedia.org/wiki/J._J._Ben%C3%ADtez y http://es.wikipedia.org/wiki/Caballo_de_Troya_(novela) (en Wikipedia).
http://www.elmundo.es/elmundo/2011/11/18/paisvasco/1321633694.html (en El Mundo.es).
http://www.planetabenitez.com/main.htm y http://www.planetabenitez.com/n-cdt.htm (en Planeta Benítez).
http://hexagonocarmesi.blogspot.com/2010/01/el-libro-de-urantia-un-pasaporte-al.html (aquí mismo).
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