Reflexión Primera: Las mutaciones son los momentos claves de cualquier evolución. Estos acontecimientos permiten progresar desde formas primitivas/débiles/sencillas hasta formas complejas/fuertes/sofisticadas. El proceso de estas transformaciones es normalmente lento -pero, cada cierto tiempo, la evolución da un salto impredecible...
Reflexión Segunda: ¿Se darán cuenta algún día los partidarios del pop y los militantes de la vanguardia, de que la discusión entre ambos dominios es tan inagotable como estéril? En otras palabras, ¿se darán cuenta algún día estos sectarios de que se trata más bien de un diálogo infinito, de una danza eterna, de un baile de cuchillos? El truco radica en el equilibrio perfecto, un Ying/Yang a escala: no la masiva uniformización avant pop, sino el simple reconocimiento de que la encina tiene tanto derecho a existir como la caña. Finalmente, ambos son lados de la misma moneda, ninguno puede sobrevivir mucho sin el otro (pero, si alguno fuera capaz, ése sería el flanco avant-garde). “La vanguardia del hoy es el pop del mañana”, dijo una vez el gran Peter Gabriel, a quien los peruanos le tiramos vergonzoso arroz el día que nos honró con su presencia.
Reflexión Tercera: La escena peruana, como sus pares subdesarrollados, siempre ha visto mucho hacia afuera y poco hacia dentro, cosa que en principio no parece (tan) criticable. Asimismo, dicha escena a veces muestra reflejos de lince para el respectivo update/calco, y otras veces tiene la rapidez de una tortuga centenaria, lo que tampoco es a priori (tan) causa de vilipendio. Pero es notorio que, cuando se trató de decodificar la gigantesca supernova de las vanguardias que implosionó en los 90s, nuestros créditos nativos tardaron eras geológicas en desviar su mirada hacia el shoegazing, el post rock, el trip hop, el slow core, el IDM, el drum’n’bass o el noise digital. Lo prueba el hecho de que recién a partir del 2000 estas expresiones underground se hicieron más frecuentes.
Hubo, sin embargo, una camada de ¿músicos?/¿no-músicos? que, desde distintas esferas, comenzó a escarbar a mediados de los 90s en las novedosas tendencias avant. Algunos de ellos deberán esperar un poquito más para su justa reivindicación. Otros, igualmente importantes, son los que protagonizarán este sucinto memorial.
CRÓNICA MARCIANAS
El combinado Crisálida Sónica, gestado allá por 1994, respondía a la devoción que artistas locales profesaban hacia las nuevas músicas llegadas desde los predios subterráneos de las metrópolis más activas en el panorama sonoro mundial. No fue la suya una admiración inane, huérfana de espíritu, ya que este fervor empataba con la actitud rupturista tatuada en la piel de muchos de los involucrados.
Al ser personas cuyos oídos y corazón eran remecidos por bandas como Labradford, Disco Inferno, Pram, Insides, Main, Bark Psychosis, Spacemen 3, Windy & Carl o Silvania; existía la natural inquietud de difundir estas sonoridades que se abrían promisoriamente al porvenir. Un modo de lograrlo fue a través de las extensas sesiones grupales que les descubrirían los fuegos de Slowdive, los clásicos del viejo kraut rock, las glorias de Creation y 4AD, la bullente electrónica de culto que en el otro hemisferio asaltaba los reproductores de audio...
Otro medio para predicar el nuevo evangelio, no improbable debido a que este colectivo tenía madera para ello, era recrearlo con sus propias manos. Pero esto no se posibilita sólo con reunirse -acaso- unas tres o cuatro horas a la semana. Más allá del crucial catalizador que fueron los gustos en común, resulta sorprendente que la génesis de Crisálida Sónica contara con el plus de individuos que también compartían, mal que bien, un mismo espacio “físico”.
COLISIÓN MATRIZ
Idos los días de la experiencia punk-noise de Ácidos Acme y su veintiúnica maqueta Estados De Ánimo (1993), Miguel Ángel “Chino” Burga conoce a Wilder Gonzales Agreda en la sala de Internet de la Universidad De Lima. En esas épocas, la Red era una veleidad tecnológica, y quiso la suerte que el “Chino” -a la sazón estudiante de ingeniería- estuviera buscando sites de The Jesus And Mary Chain mientras Wilder se encontraba cerca de allí. No es que la banda de los hermanos Reid fuera precisamente una caletura por esas fechas, pero sí un símbolo, o mejor, un santo y seña. Un breve cortocircuito de opiniones y los nuevos amigos pasaron a hablar de My Bloody Valentine, Flying Saucer Attack, Füxa y un dilatado etcétera. ¿El año?: 1994, como ya se dijo.
Wilder había estado participando de un proyecto repartido entre los distritos de Independencia y Comas, con tintes neopsicodélicos y apego por la saga post-Spacemen 3: Hipnoascención. Con el tiempo, Gonzales Agreda deja a los hipnos para alumbrar, al lado de Fernando Ponce, Avalonia -que editó póstumamente un epónimo EP-, antes de crear Fractal junto al tecladista Wilmer Ruiz (también estudiante este último, como Wilder, de comunicaciones en la De Lima).
Entonces radicado en Monterrico, Wilmer era vecino tanto del “Chino” Burga como de los hermanos Reyes, pero éstos no se conocían con aquél. Es después de las presentaciones de rigor que Pedro, Raúl y Javier -quienes cocinaban la idea de un combo (Ente) desde principios de los 90s- comienzan a manyarse con Burga.
Con las relaciones amicales e “ideológicas” ya afianzadas, se pasa de las palabras a los hechos en 1996. Pese a traerse a Catervas entre manos, no son los Reyes quienes dan el play de honor, sino el “Chino”. Tras descartar el seudónimo de Azul En Silencio en favor del de Claroscuro, el ex Ácidos Acme cede un tema a Bichos Raros, compilación con que la desaparecida revista Caleta celebra su primer aniversario. Noise rock y etéreo en tajadas proporcionales, “Bajo Tus Sueños” concita cierto interés entre los que llegaron a escuchar la cinta, pero rápidamente Claroscuro mutó en Espira.
Luego de un concierto de presentación en enero, que fue el último que dio Wilder como Avalonia, es al promediar 1997 que el colectivo, bautizado como Crisálida Sónica, enciende la antorcha con la maqueta Compilación I. Actualmente, se sabe que este registro, si bien más que generoso en ramificaciones sonoro-artísticas, fue parco en mostrar nuevas caras debido a la insuficiencia de alineaciones estables. En efecto, cuando se empieza a distribuir el demo, a CS ya se habían acercado Toño Zelada (que aún no fundaba Resplandor), Carlos Mariño (en proceso de consolidar Girálea) y Christian Galarreta (grabando solo bajo el edificante chaplín de DiosMeHaViolado); pero ninguno de ellos tenía todavía tropa enlistada.
MÍSTICA CREACIÓN
Compilación I tiene todas las trazas de un manifiesto sónico que convulsiona por igual mar y tierra. En sus casi sesenta minutos, violenta el aire con sus resonancias vanguardistas, desafiando (casi) cualquier predicción de parte del oyente -todo un uneasy listening trip. Para obtener un sacudón de tales magnitudes, es indispensable el continuo ensayo, el ajuste preciso, el entendimiento intuitivo, sacar todo el partido posible a los equipos y efectos de que se dispone; pero también saber captar/aprovechar lo que el azar ofrece a cada instante, perennizándolo en el proceso de grabación. Esta cátedra la dicta por vez primera Jimi Hendrix, y ha sido aprehendida por gente tan dispar y genial como Miles Davis y Brian Eno.
Las dos caras del demo tienen un mismo orden específico que va -según se mire- en espiral ascendente/descendente, más el añadido de una coda que (nos) devuelve al mundo real: arranca el sideralismo bliss de Catervas, luego el lánguido/etéreo discurso ambiental de Espira, después el cacofónico modus operandi de Fractal, y por último el simpaticón/cumplidor output de Hipnoascención; a tema por cabeza en cada cara.
La anglófila consonancia shoegazing de Catervas y Espira induce a un estado de tranquilidad en la primera parte de cada lado. Si bien “A Caminar” ha sido catalogada alguna vez como el “She’s Lost Control” de Catervas, la pieza no deja de nutrirse de cierta espacialidad atmosférica. Ídem con “Espiral Mi Alma” de Espira, que está más cerca de su ágil etapa como Claroscuro. De cualquier modo, sonando celestiales (“b-2ble-p”) o depresivos (“Cielo De Azul Ensueño”), ambos lados/grupos sorprenden al escucha por sus planteamientos heterodoxos, experimentando con el sonido, envolviéndolo en diáfanas sedas de ruido etéreo.
Fractal, autodefinido como “la dinámica del caos”, marca el punto de inflexión -por contraste, es una experiencia de visos pesadillescos. Moviéndose entre la psicodelia marca Silver Apples/Red Krayola, el proto-industrial más denso, la música abstracta/concreta, todo presurizado bajo enfoque aleatorio; Wilder y Wilmer -ayudados por Hugo Medina, de Hipnoascención- entregan “Oh, Dios!” y los 11 minutos de “Etersónico” colgándose de las teorías minimalistas/maximalistas de Sonic Boom (ícono indiscutido de Gonzales Agreda). Rebasada esa cúspide/sima, Hipnoascención no puede apreciarse sino anecdóticamente. Más tirado para el lado “soft” de Spacemen 3 (léase Jason Pierce), lo suyo (“Alma De Neón”, “Mística Creación”) revitaliza al oyente tras el fierrazo que implica cada lado, sin llegar mucho más allá. Pero, a pesar de mis objeciones personales para con estos primerizos Hipnoascención, he de admitir que los cuatro destacamentos de Compilación I saltaron a la palestra varios cuerpos por delante de lo que entonces se hacía aquí -con excepciones como las de El Aire o Insumisión, aunque ése ya es otro rollo.
Las caras A y B no se agotan en las participaciones de cada protagonista, sino que son rematadas con trozos inacabados, restos de composiciones no finiquitadas, esquirlas de adelantos. El primer fragmento del lado A, por ejemplo, exhibe una insólita veta de vaporosa nostalgia en Fractal (“Mis Lágrimas En Tu Rostro”). El segundo fragmento presenta el despegue -¿en directo?- de “Clave De Ángeles” de Catervas, que aparecería más tarde en su maqueta de 1998. El sexto fragmento, de los desaparecidos Avalonia, se asemeja bastante a “Cíclica” de Catervas (una extraordinaria toma live de esta última pista se publica en Audición Radical -1997-, conmemorando el segundo aniversario de Caleta).
Mención aparte merecen el quinto fragmento del lado A, una escarapelante versión alterna de “Oh, Dios!” de Fractal, y los dos fragmentos del lado B, cortesía de Espira -un geiser de éter el primero, un océano de ambient enoidal el segundo.
Contrario a lo que pudiera suponerse, el impacto de Crisálida Sónica no es mesurable en términos mediáticos, ya que la propuesta sónica misma dificultaba un acercamiento más, digamos, mayoritario. Su impronta debe medirse según los caminos que abrió y que, eventualmente, atravesaron muchos de sus hijos -directos o indirectos, legítimos o bastardos.
El lanzamiento de Compilación I levantó una oleada independiente de grupos/proyectos que tuvieron mucha actividad en vivo, algunas veces compartiendo tabladillo con la mancha crisálida, pero poco legado en estudio. Acabado el sueño de Espira, Raúl Ochoa fundó M.A.R.U.J.A. al lado de Manuel Rodríguez (homónimo del infame cura lavacocos que aspavienta por el canal del Estado). Derruida la utopía de Avalonia, Fernando Ponce se enfrasca en el unipersonal Labioxina, que alcanza a colar “Are You Foam?” en el recomendable recopilatorio Solutions & Remedies (1998) orquestado en el exterior por la discográfica Claire Records. De esa época también datan Bosques De Dios, Gélida (formación más a lo Main, de la que emergió Transparente), Resplandor (donde recalase una estadía Wilmer Ruiz), Girálea, Raúl P.R.I.V.A.T., Laiqa, X-Dios-0 (pronúnciese “pordiosero”), DiosMeHaViolado (que derivase en Evamuss) y Lunik. Otros actos destacables son Ionaxs, Triplex-B-Magnafusa (cuyo nombre César Alcázar reduciría a Magnafusa) y los estupendos Jardín. De todos ellos, sólo la mitad entró al estudio a grabar más de un par de canciones.
EPITAFIOS (¿EL FINAL ESTÁ ESCRITO?)
Paradojas de la vida, la virtud más señera de Crisálida Sónica fue también su mayor enemigo. Todos los indicios apuntan a que una evolución exacerbada provocó la disolución del colectivo. Parece ser que esa misma naturaleza inclusiva que los llevó a moldear elongados tapices minimalistas de cambiante color, obligó a los participantes a renovarse casi literalmente a diario -circunstancia que resquebrajó la unidad del conjunto, abortó el proyectado Compilación II y disparó los pedazos en direcciones no siempre coincidentes.
Recientemente ha empezado a difundirse en la blogósfera Bajo Tus Sueños EP, supuesto debut de Espira que circuló entre los allegados al “Chino” Burga un año antes de Compilación I. No obstante, los primeros pasos “oficiales” de Espira los dio el demo Electr-Om (inicios de 1998), en una onda dramáticamente distinta a lo antes expuesto. Kraut, post rock y hasta coqueteos con el prog; envasados al vacío y a temperatura cero, en una hora que entierra el ensoñador feedback de las jornadas en el capullo metamórfico (que sí documenta el EP). En años sucesivos, la cosa se pondría más radical con La Ira De Dios, entente de psicodelia dura que, de tan agresiva, suena a ratos a Motörhead; amén de declaraciones estigmatizando la flama shoegazing de Espira como “mariconada jodida” (sic).
Fractal unió fuerzas con Evamuss para el split Alustru(Bla) (1998), inquietante coctel de aridez y punzante dub. A poco de finalizar el año, Fractal se estrena con un demo epónimo que se cuenta entre lo mejorcito que jamás se haya hecho en estos lares. Desafortunadamente, fuera de “Mis Lágrimas En Tu Rostro”, que ya venía anticipada en Compilación I y que aparece completa en el compilado Las Estrellas Están Tan Lejos (Superspace Records, 2004), no quedan más testimonios que el VCD Llévame Más Alto (Superspace Records, 2005). La vida después de Fractal trajo a El Conejo De Gaia (3 producciones, de las que prescribimos Esperando Que La Luz Retorne, 2003), cuchumil proyectos/registros (Martelenor, La Confitería Es La Mejor De Las Religiones) y a Wilder recuperando su nombre de civil.
Catervas abandonó el rígido encorsetamiento avant garde para tentar un cómputo más cercano al rock independiente. La jugada, precedida de una maqueta epónima cuyo primer lado no ignoraba los 80s, le dio copiosos frutos en una puesta de largo “oficial” asimismo epónima. Sin duda, Catervas seguirá siendo para mis adentros la mejor placa peruana del ejercicio 2001. Después del baldazo de agua helada de Semáforos (2004), los mandos volvieron a responder con Hoy Más Que Ayer (2008). Hace unas semanas, se lanzó Aquella Luz Que Encendimos: 1990-2009, recopilación de rarezas, inéditos y “digitalizaciones” que festeja sus dos decenios de existencia -y cuyo mayor atractivo es el de repescar varios temas del solitario cassette del 98.
Últimos en acribillar el sueño comunal, los díscolos Hipnoascención dieron un primer paso que alargaba lo practicado en el compilatorio del 97. A ese epónimo debut (1999), le sucedió una maqueta de space rock que, sin llegar a logro concluyente, los mostraba depurando la tutela de Jason Pierce: Mixtura (2000). La conversión a códigos neopsicodélicos de marca Manchester se produjo -ya en formato CD- en UI-SEC/Última Secuencia (2005), y quedó refrendada con un nuevo epónimo (2008).
Como puede deducirse, Hipnoascención y Catervas son los dos únicos grupos de Crisálida Sónica que aún respiran. Mas, a diferencia de Catervas, que ha hecho meritoria carrera en los terrenos del indie rock sin influencias a lo Electro-Z, Abrelatas o Kinder; el andar taciturno de Hipnoascención tiene un valor agregado del que la banda de los Reyes carece: su persistencia los ha convertido en el avatar del psychedelic space rock patrio, inspirando a varios grupos -Leche Plus, Pastizal, Transparente e incluso el novísimo y jocosamente llamado Sounds Of Salomón Jedidías & Space Rock. Además, en sus filas batalló Danny Caballero, que luego insuflase Audiogalaxia y Paruro, nombres básicos del ruidismo digital lorcho más inclemente.
ETERNA MAREA
El nuevo milenio ha resarcido la herencia de Crisálida Sónica, proveyendo bandas nacionales que apuestan por la más férrea heterodoxia. De las cenizas de Girálea, Espira y H.A.L., Aldo Castillejos y Carlos Mariño cuajaron primero Qondor y luego la excitante aventura ácida de Serpentina Satélite. César Alcázar guardó en un cajón el marbete de Magnafusa y se reconvino como Las Vacas De Wisconsin en comandita con el ex Espira Renzo Lari, maravilloso ensamble que hasta ahora sigue sin obsequiarnos rodaja propia. Influenciado por la etapa post-Crisálida Sónica de Espira, Carlos Torres propulsó como Altiplano un excelente La Corte Cósmica (2005). Y Elegante e Ida han abrazado de lleno los feudos IDM. Eso, para no explayarnos con la movida experimental de La Oroya (Huancayo) -hijos confesos hijos de los pioneros sónicos: Colores En Espiral, Alcaloide, Corazones En El Espacio...- o unidades como Pez Plátano, Piloto Copiloto, The Electric Butterflies (primera referencia perucha nada menos que en la impecable revista británica The Wire), La Nube Gris, Fiorella16 o The Peruvian Red Rockets.
Alguien habló, en estos tiempos globalizados en que cualquiera puede apertrecharse de equipos como Dios manda, de la necesidad de una Crisálida 2.0. La idea no es descabellada, pero, a fin de cuentas, tampoco es una necesidad. Ahora que Internet facilita un efecto viral a escala planetaria, público no falta. Medios tampoco. Después de todo, siempre reconforta saber que, en algún lugar, nunca escasea gente que nade contra la corriente.
CODA/TRIVIA: HOMENAJE A LOS DESAPARECIDOS EN ACCIÓN
No quisiera que este epílogo poseyera sólo una mera relevancia histórica, pero es justamente ésa su única valía. Consignamos aquí los line up originales de los francotiradores que aparecieron en Compilación I -en algunos casos, no quedan sino los nombres de pila.
Catervas: Pedro Reyes (voz y guitarra), Raúl Reyes (bajo), Javier Reyes (batería) y Wilmer Ruiz (teclados).
Espira: Miguel Ángel Burga (voz y guitarra), Aldo Castillejos (batería), Renzo Lari (guitarra) y Raúl Ochoa (bajo).
Fractal: Wilder Gonzales Agreda (guitarra, teclados y voz), Wilmer Ruiz (teclados) y Hugo Medina (guitarra).
Hipnoascención: Juan Roldán (voz y guitarra), Danny Caballero (guitarra), Luis Proaño (bajo), Hugo Medina (guitarra) y Patty (teclados).
Hákim de Merv
ESCUCHA LA MAQUETA COMPILACIÓN I AQUÍ
ENLACES RECOMENDADOS:
Crisálida Sónica en http://encielodeloceano.blogspot.com/2009/10/especial-rock-experimental-peruano.html (En Cielo Del Océano).
Catervas en http://www.catervas.com/ (Catervas.com) y en http://www.myspace.com/catervas (Catervas).
Espira en http://indiesoundsforall.blogspot.com/2009/12/espira-bajo-tus-suenos-ep-1996.html (Indie Sounds For All) y en www.myspace.com/claroscuroespira (Espira).
Fractal/Wilder Gonzales Agreda en http://peruavantgarde.blogspot.com/ (Vanguardia Peruana, Space Rock Y Sonidos Contemporáneos).
Hipnoascención en http://www.lacasaida.org/index.php?/artistas/hipnoascension/ (La Casa Ida) y en http://www.myspace.com/hipnoascension (Hipnoascención).
Gélida en http://peruavantgarde.blogspot.com/search?q=G%C3%A9lida (Vanguardia Peruana, Space Rock Y Sonidos Contemporáneos).
Resplandor en http://www.resplandor.com.pe/ (Resplandor).
Serpentina Satélite en http://www.especial35.net/Discos/S/ABCDE/SerpentinaSatelite-NothingToSay.htm (Especial 35°).
Transparente en http://www.lacasaida.org/index.php?/artistas/transparente/ (La Casa Ida).
Las Vacas De Wisconsin en http://www.myspace.com/lasvacasdewisconsin (Las Vacas De Wisconsin).
Ida en http://www.lacasaida.org/IDA/ (La Casa Ida).