Singles (London Records, 2005)
New Order nace casi tres meses después del suicidio de Ian Curtis (18/05/80). Si ése fue el tiempo necesario para que el trío superviviente remachara su espíritu, y se replanteara la vida y música después de desaparecido el atribulado cantante; ello no se supo sino hasta que lanzaron Movement (Factory), un año después de su (re)formación. La historia de New Order, pues, responde al estímulo de la persistencia: el sobreponerse a la partida de un amigo de toda la vida, adaptarse a la sombra de su génesis, conservar el talento y la innovación en cada entrega posterior bajo una nueva identidad, resistir el ataque de críticos y fanáticos intransigentes, imponerse al cansancio del involuntario single exitoso con un álbum contundente y desafiante. New Order fue un triunfo desde el vamos.
Con la nueva dirección adquirida, vino una camada de éxitos irrefutables hasta para los más escépticos. Aquella entidad “cansina” se transformó en frenética, vibrante cuando ya no era apesadumbrada, dance más que trance. Que pudo haberse convertido en lo mismo aún con Curtis, nadie puede saberlo. Pero Bernard Sumner, Peter Hook y Stephen Morris demostraron ser un grupo que hacía música, y no simplemente la banda de apoyo de un consumado (y consumido) vocalista.
Cuando New Order se apoderó de los charts (para no soltarlos ni por asomo desde aquel momento), los 45s eran el pan de cada día en el stereo casero. La referencia vinílica es relevante, dado que los mancunianos -y, valgan verdades, esto se extiende a toda la tradición pop británica- solían editar sencillos que no eran incluidos en los LPs (y cuya colección suele ser la delicia del fan obseso-completista). Ergo, Singles es hoy por hoy el mejor compilatorio del cuarteto (me faltó mencionar a Gillian Gilbert). Su importancia radica en el formato, algo que a la fecha es muy probable pase desapercibido. Aquí se registran todos los 7 pulgadas del periodo que va de 1981 al 2005, en ediciones que, como puede suponerse, difieren de las versiones incluidas en sus respectivos álbums. Debutan además, en edición para tierras usamericanas, “Confusion” y “Temptation” en versiones originales. Y tiene el detallazo de empezar con “Ceremony”, gloria máxima de su periplo como Joy Division y que fuera el primer single de New Order.
(A la salida de este disco doble, hace un lustro, varias compilaciones del Nuevo Orden ya se habían hecho presentes -tú debes tener el Substance (Factory, 1987) por ahí bien refundido-, pero el plus del Singles, además de lo mencionado en el párrafo anterior, está en su intachable carácter recopilatorio -dos horas de delirio ineludible.)
El primer disco abarca sencillos planchados hasta 1987, y déjame decirte... todos son una gloriosa victoria. Es que esta etapa de los NO es pródiga en lanzamientos impecables, entre los cuales es preciso destacar Power, Corruption & Lies (Factory, 1983) y Low-Life (Factory, 1985). (Quizás el aporte del Brotherhood (Factory, 1986) sólo se limite a ofrecer en bandeja a la FM el single perfecto de una década: “Bizarre Love Triangle”, y no mucho más; puedo estar equivocado.) De las guitarras furiosas a los drum beats robóticos, mutando hasta llegar a ese sonido techno que marcó la vida y obra de todo DJ que se paseara por Ibiza; los sencillos de este primer CD arman un tono non-stop, aún cuando haya que frenar obligatoriamente por una canción tan manida como “Blue Monday”, el doce pulgadas más vendido nunca jamás, incluida aquí en sus 2 versiones (el 7’’ abre el segundo CD). El trazo evolutivo en las canciones de New Order tampoco debe dejar de subrayarse. “The Perfect Kiss” y “True Faith” aún son las mejores composiciones que se hayan escrito jamás, y son sinónimo de la aceptación de un género musical, su hardware, su metodología -y su campo de acción: la pista de baile.
La segunda parte no es poca cosa -te hablo a ti, fan de los ochentas. Sé que podemos discutir que la cosecha del Nuevo Orden post-Technique (Factory, 1989) no ha rendido los frutos de antaño, que el pop británico no es lo mismo sin la entrañable Factory Records, que luego de Republic (London Records, 1993) New Order dejó de ser New Order, que sus proyectos solistas sólo sirvieron para desviarlos de la ruta del single perfecto, y demás. Sin embargo, lo recopilado es por demás estimulante. Porque “Regret” es el número que nos empujó a muchos “alternativos” noventeros a apreciar sus bombásticas hazañas de hacía no muchos años atrás, en una época en donde el eurobeat copó radios locales y los DJs no tenían ni remota idea de quiénes eran estos capos.
Completan la excelente antología de sencillos los publicados en su etapa terminal, Get Ready (London Records, 2001) y Waiting For The Sirens’ Call (London Records, 2005), antes que la distancia entre ‘Hooky’ y Sumner se ahondara más. Nos referimos concretamente a “Crystal” y “Krafty” -este último, se dice, un guiño a Kraftwerk (el intro se parece bastante a “Computer World”), cuya portada además, diseñada por el incomparable Peter Saville; tributa a la funda del querido Autobahn (Philips, 1974).
Estas canciones, entre otras, aportan ese aire de actualidad a su catálogo; y aunque no superen cotas ya alcanzadas previamente -y que deberías haber bailado de principio a fin en el primer tramo-, cumplen su función de single que invita a conocer el resto de su obra, digna en permanencia y tenacidad y que en ese entonces aún nos hacía desear un repunte merecido.
Singles es el nombre preciso para el panorámico ideal de una banda que siempre supo lo que tenía que hacer: que el mundo entero se mueva.
Cristhian Manzanares
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ENLACES RECOMENDADOS
http://es.wikipedia.org/wiki/New_Order (en Wikipedia).
http://www.discogs.com/artist/New+Order (en Discogs).
http://elviajesonico.blogspot.com/2010/10/post-especial-5-mas-alla-de-new-order.html (en El Viaje Sónico).
http://tearsanddreams712.blogspot.com/2010/07/new-order-temptation7-single-1982.html (en Tears And Dreams 7’’ & 12’’).
http://www.mixside.com/cronica-peter-hook-performing-unknown-pleasures-sala-apolo-101010/ (en Mixside.com).
http://www.sysvisions.com/feedback-zine/criticas/c_neworder_singles.html (en Feedback-Zine).
1 comentarios:
Luego de escuchar tantas veces Triángulo de Amor (no por cuenta propia sino porque suena hasta en la sopa), en algo coincido con Leo Bacteria: por mucho que suena a techno, no suena a techno.
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