Se supone que la breve semblanza desgranada a continuación no debería sorprender a nadie que me conozca, ya que siempre he proclamado a voz en cuello mi ilimitada admiración por la obra de este coloso literario. Y es que la relación con Jorge Luis Borges, entablada únicamente a través de sus narraciones, surgió ni bien comencé a leerlo -“El Flechazo Fue Instantáneo”, parafraseando a Mecano en “Me Colé En Una Fiesta”. Así que dense por enterados: están por pasear los ojos sobre una confesión de parte.
LA ESCRITURA DEL DIOS
Todavía eran las aulas de La Salle los lugares que más frecuentaba, cuando el destino me deparó una de las (pocas) revelaciones literarias que me han marcado de por vida. El tono cuasi verosímil de crónica que tenía “El Inmortal”, describiendo acontecimientos preternaturales a través de un lenguaje fértil pero exento de pomposidad irrelevante -y lo más importante, detallando esos sucesos como si fueran moneda común-, remeció los cimientos de la educación que con tanto esfuerzo habían levantado mis profesores. Casi inmediatamente, “Las Ruinas Circulares” me convirtieron en un admirador irreductible de ese portentoso escritor, del que hasta entonces jamás había tenido mayores noticias.
De aquel “encuentro” inicial con Borges han transcurrido 20 años, pero parece que ese par de décadas no hubiera pasado/pesado sobre sus relatos. Presumiblemente, huelga decir que, si bien su poesía aún me resulta un tanto inaccesible, como casi toda la que he leído (debe ser una tara genética); los relatos del Maestro me siguen cautivando como ayer. La pluma de Borges, ese sereno anciano que su-pli-ca-ba sólo lo llamasen por el apellido, es absolutamente elogiable. No sólo lo digo por su estilo formal, generoso y a la vez moderado en sabiduría: único -sino también por su peculiar acercamiento a terrenos poco frecuentados por la literatura. A saber, y en primer lugar, la disciplina filosófica -entendida como la simple actividad por la que el Hombre inquiere al mundo partiendo del asombro.
Muchos han llamado a Borges el gigante metafísico de la literatura contemporánea. Exceptuando a Ray Bradbury y a Philip K. Dick, creo que puedo suscribir sin sonrojos esa afirmación. Pocos escritores, en efecto, han asumido la filosofía como una herramienta indispensable para la creación literaria. Pocos, asimismo, han sabido sacar todo el partido posible de esta instancia. Pero sólo unos cuantos, Borges entre ellos, han conseguido expresar/verbalizar el cuestionamiento de las categorías que constituyen la base misma del conocimiento humano. Y de paso, desconcertar a sus lectores una y otra vez. Este talento, propio de un esteta consumado, convierte al autor argentino en un nombre imprescindible para la literatura de todos los tiempos, y a su legado en lectura obligada. No es coyuntural, pues, que su obra haya sido traducida a varios idiomas.
EL JARDÍN DE SENDEROS QUE SE BIFURCAN
Definir el estilo de Borges en términos de género o de escuela es, además de prácticamente imposible, miope. Podríamos decir que encontramos técnicas del ultraísmo y del realismo fantástico, pero apenas son hipótesis aproximativas. Lo sustancial en Borges es la capacidad de sorpresa, con los imprevistos y dramáticos giros que van tomando sus cuentos -provistos por lo demás de glosas y referencias bibliográficas sumamente enriquecedoras, pero sobre todo justas: ni excesivas ni flojas.
Lo curioso es que uno puede estar ya familiarizado con el opus borgiano y no cesar de asombrarse de que haya existido sobre la Tierra un escritor tan superlativo. Por esperables que sean las drásticas vueltas de tuerca en sus historias, no son menos sorprendentes. Para ejemplo, baste decir que todo el asombro que me produjeron Ficciones, El Aleph y El Libro De Arena (quizá la obra más monstruosa que escribió Borges); no me preparó para la violenta curva que hacia el final de sus páginas dibuja “El Tintorero Enmascarado Hákim de Merv”. Tan brutal y perdurable ha sido su impacto, que las consecuencias saltan a la vista.
Una tradición casi tan vieja como la Humanidad refiere que hay en Ginebra una costumbre inmemorial: no darle el Nobel a Borges -como si ese desplante siquiera manchase el historial del Maestro. Yo diría, más bien, que es una deshonra para la academia. Poco puede importar esa omisión, ciertamente, a aquellos que siempre permaneceremos subyugados bajo el influjo de sus extraños mundos (tanto internos como externos), atrapados en la relatividad del género humano que se deja entrever en sus párrafos, capturados por el conocimiento enciclopédico de un Creador de dimensiones titánicas. Siglo y once años después su nacimiento, en medio de un mundo globalizado que uniformiza, etiqueta, reduce y prioriza la funcionalidad en desmedro de la heterodoxia; puedo decir que Borges está más vivo que nunca en nosotros sus seguidores.
Hákim de Merv
Siete Volúmenes Básicos Para Penetrar Los Misterios Del Universo Borgiano
- El Aleph
- El Informe De Brodie
- Ficciones
- Manual De Zoología Fantástica
- El Libro De Arena
- Historia Universal De La Infamia
- El Libro De Los Seres Imaginarios
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ENLACES RECOMENDADOS
http://es.wikipedia.org/wiki/Jorge_Luis_Borges (en Wikipedia).
http://www.editorialutopias.com.ar/blog/2010/09/10/jorge-luis-borges/ (en Palabra Pura).
http://muequitazulona.blogspot.com/2010/09/coleccion-de-obras-de-jorge-luis-borges.html (en Muñequita Azul).
http://zonaliteratura.com.ar/?p=1561 (en Zona Literatura).
http://dejametuopinion.blogspot.com/2010/08/jorge-luis-borges-eterno-y-desconocido.html (en Déjame Tu Opinión).
http://gramscimania.blogspot.com/2010/08/jorge-luis-borges-aquel-compadrito.html (en Gramscimanía).
http://2neweb.com/gazete/?p=26850 (en Punto Y Aparte).
http://presentires.blogspot.com/2010/06/la-matematica-hace-mal-hoy-la.html y http://presentires.blogspot.com/2010/07/la-matematica-hace-mal-hoy-la.html (en Chucherías Y Desengaños).
http://clublecturasagulla.blogspot.com/2007/09/el-aleph-de-jorge-lus-borges-la-fusin.html (en Llegir Per Llegir: Club De Lectura de L’ies S’agulla De Blanes).
http://cvc.cervantes.es/actcult/borges/lectores/05b.htm (en Centro Virtual Cervantes).
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